Resumen:
La presencia de Escherichia coli en el agua se ha considerado durante mucho tiempo como un indicador de contaminación fecal adecuado para evaluar la calidad microbiológica de la misma. Sin embargo, estudios recientes han informado que algunas cepas específicas de E. coli pueden sobrevivir durante largos períodos de tiempo, y potencialmente reproducirse en ambientes extraintestinales (e.g. agua, suelo, sedimentos). Consecuentemente, el uso de E. coli como bioindicador de contaminación fecal en los últimos años se ha vuelto controvertido, argumentándose que la confiabilidad de esta bacteria como especie indicadora está comprometida por su persistencia y ocurrencia en la naturaleza. La mayoría de las cepas de E. coli son comensales, pero algunas han adquirido mecanismos que las convierten en patogénicas para los humanos, pudiendo causar enfermedades intestinales y extraintestinales. Las cepas de E. coli productoras de toxina shiga (STEC) son consideradas un patógeno emergente, asociado con casos y brotes de diarrea, colitis hemorrágica y síndrome urémico hemolítico (SUH). Estas cepas patógenas pueden transmitirse a través de aguas de uso recreativo, lo que plantea un riesgo significativo para la salud pública. El objetivo de este trabajo fue estudiar la supervivencia y potencial proliferación de E. coli en aguas naturales provenientes de una laguna pampeana utilizada con fines recreativos (deportes acuáticos), mediante experimentos en microcosmos en condiciones controladas. Este trabajo consistió en evaluar una cepa de E. coli no patógena (NP) y una cepa patógena STEC (stx1/stx2) (P), previamente aisladas de cuerpos acuáticos de la región pampeana, durante 133 días mediante microcosmos con agua de laguna (previamente filtrada y autoclavada) y microcosmos con medio LB como control positivo de crecimiento. La cuantificación de E. coli en los microcosmos se llevó a cabo mediante distintas técnicas, como recuentos en placas cromogénicas, densidad óptica DO600 y citometría de flujo. Además, se realizó la caracterización genética de las cepas mediante métodos moleculares. Los resultados revelaron que la cepa P sobrevivió entre 30 y 84 días en agua de laguna, mientras que la cepa NP mostró una supervivencia entre 84 y 133 días. Asimismo, se observó que ambas cepas no solo sobrevivieron en el agua de la laguna, sino que también se multiplicaron. La citometría de flujo y la densidad óptica DO600 demostraron ser métodos complementarios, pero no fueron ideales para cuantificar la abundancia de E. coli debido a su falta de selectividad. Por otra parte, los métodos moleculares proporcionaron detalles sobre el genoma de las cepas, como factores de virulencia y confirmaron su género y especie.