Resumen:
El cultivo de girasol (Helianthus annuus) es una alternativa importante en la producción
agrícola Argentina. Existen dos plagas que le ocasionan grandes daños, tales como la
paloma torcaza (Zenaida auriculata) y la cotorra (Myiopsitta monachus), que se posan sobre
el capítulo produciendo grandes pérdidas de rendimiento debido al consumo y desgrane.
Existen algunas alternativas para mitigar el daño, siendo la más importante la utilización de
cultivares que presenten mayor inclinación y ángulo del capítulo, resguardando de esta
manera a los granos del ataque de las mismas. Otra alternativa sería variar la densidad de
siembra bajo la hipótesis de que una disminución de la densidad generaría un mayor
diámetro del capítulo, con esto un mayor peso, generando así una mayor inclinación,
independientemente del genotipo utilizado. A los efectos de poner a prueba esta hipótesis
se evaluaron 5 genotipos de girasol en 3 densidades contrastantes.
Los resultados demostraron que el ángulo del capítulo respondió más a características
genotípicas que a cambios en la densidad, mientras que la inclinación dependió del hibrido
y la densidad.