Resumen:
En los últimos años los maíces sembrados entre fines de noviembre y principios de enero, denominados tardíos, han alcanzado amplia difusión en la Argentina. El atraso de la fecha de siembra posibilitó la incorporación del cultivo de maíz en ambientes de menor potencial, que eran ocupados por el cultivo de soja. La participación de gramíneas en la rotación tiene efectos positivos para la conservación del suelo y el agua y, en consecuencia, para la sustentabilidad de los sistemas (Ferrari, 2010).
La variación de la fecha de siembra modifica las condiciones ambientales a las que estará expuesto el cultivo durante la estación de crecimiento, las cuales tienen gran influencia sobre el crecimiento y desarrollo (Cirilo et al., 2012). El rendimiento potencial del maíz tardío es menor que el de fechas tempranas, pero la menor probabilidad de estar expuesto a la ocurrencia de un estrés hídrico y térmico por alta temperatura, determina que los rendimientos sean más estables (Satorre, 2017). De todas formas, surgen otras restricciones (como la alta humedad de granos en la cosecha y la mayor presión de plagas), que se deberán tener en cuenta para la elección del hibrido. La adopción de germoplasma que presente un ciclo de menor dura ción y un rápido secado de los granos podría moderar los efectos negativos de las siembras tardías, donde la estación de crecimiento es menor en relación a las siembras tempranas.
En el presente trabajo se evaluaron 166 líneas endocriadas, de orígenes genéticos diferentes y provenientes del programa de mejoramiento de maíz de la EEA Pergamino de INTA, según el comportamiento fenológico, tasa de secado del grano y características de la espiga y el grano. Dentro del germoplasma evaluado se encontró variabilidad para la longitud de las etapas fenológicas, la cual puede ser utilizada para la conformación de híbridos adaptados a los diferentes ambientes de producción que presentan las siembras tempranas y tardías en el Norte de la Provincia de Buenos Aires. La selección de germoplasma adecuado para cada fecha de siembra deberá ser realizada en el ambiente objetivo de producción, no pudiendo extrapolar los comportamientos entre una y otra fecha de siembra.
