El desempeño de las encuestas electorales en la Argentina alcanzó en 2019 su punto más bajo desde la recuperación de la democracia en 1983. Los errores fueron mucho mayores que los observados en los últimos años en democracias maduras, donde se habla de una crisis de este tipo de sondeos. Lluego de subestimar ampliamente la ventaja que obtendría el Frente de Todos sobre Juntos por el Cambio en las primarias de agosto -y de ajustar el diseño de sus trabajos sobre la base de ese resultado-, las encuestadoras locales pasaron a sobrestimar con el mismo exceso esa ventaja en la elección general de octubre. Aquí analizamos ambos fallos en perspectiva comparada internacional. Utilizamos los datos de intención de voto a presidente para calcular indicadores de error y compararlos con los promedios internacionales actuales y de décadas pasadas, y con los errores en varios ciclos electorales en EE.UU. y el Reino Unido. Examinamos los cambios en la industria de las encuestas, la caída de las tasas de respuesta y las causas de error identificadas por nuevos estudios académicos y trabajos encarados por asociaciones profesionales del campo de investigación de la opinión pública. Esta literatura muestra que los sondeos preelectorales no son hoy más inexactos que en el pasado y subraya la importancia de los errores "no de muestreo", en particular los que proceden de un sesgo de no-respuesta, cuando la probabilidad de participar en una encuesta es menor para ciertos grupos, como las personas con poco interés por la política o con baja confianza social o institucional. Este tipo de errores y sus causas se comprenden hoy mucho mejor y es posible diseñar procedimientos para aumentar la exactitud de las estimaciones. Discutimos además el impacto de las encuestas inexactas en las estrategias políticas y en la narrativa de los medios sobre la marcha de una elección, así como la dificultad de encuestadoras, periodistas y actores políticos para reconocer y comunicar los niveles de incertidumbre asociados a los pronósticos electorales. Nuestro análisis pone en evidencia limitaciones básicas de la industria de las encuestas y la investigación de la opinión pública en la Argentina, como la falta de una asociación profesional y el incipiente desarrollo de los estudios sobre comportamiento electoral. Las encuestadoras se vieron sorprendidas por el “voto castigo” al gobierno debido a la crisis económica, cuando este era el escenario más probable según un conjunto no muy grande pero significativo de estudios empíricos sobre el "voto económico” en la Argentina y América Latina. Los grandes errores de 2019 tienen implicaciones para la confiabilidad de los sondeos sobre temas de la agenda pública, que podrían mostrar un cuadro distorsionado de las opiniones de la sociedad argentina.
Abstract (English): The performance of polls in the 2019 Argentine elections reached its lowest point since democratic restoration in 1983. Their errors were much greater than those observed in recent years in mature democracies, where there is talk about a crisis of this type of surveys. In the primaries, Argentine pollsters widely underestimated the advantage of the Everyone's Front opposition alliance over the governing Together for Change. But after adjusting their methods, in the general election they overestimated that advantage by similar margins. We analyze both failures in an international comparative perspective. Vote intention data for president was used to calculate error indicators and compare them with current international averages and those of past decades, and with errors in several electoral cycles in the US and the UK. We examine ongoing changes in the survey industry, falling response rates, and causes of error identified by new academic studies and work commissioned by professional associations in the field of public opinion research. This literature shows that pre-election polls are no more inaccurate today than in the past and underlines the importance of "non-sampling" errors, particularly those produced by non-response bias, when the probability of participating in a poll is lower for certain groups, such as people with little interest in politics or low social or institutional trust. These types of errors and their causes are now better understood and procedures can be designed to improve the accuracy of estimations. We also discuss the impact of inaccurate polls on political strategies and the media narrative of elections, as well as the difficulty for pollsters, journalists and political actors to acknowledge and communicate the levels of uncertainty associated with electoral predictions. Our analysis highlights basic limitations of the polling industry and public opinion research in Argentina, such as the lack of a professional association and the incipient development of electoral behavior studies. Pollsters were surprised when voters punished the government because of the economic crisis, even though it was the most likely scenario according to a not very large but significant set of empirical studies on economic voting in Argentina and Latin America. The substantial errors in 2019 have implications for the reliability of issue polling, which may show a distorted picture of opinions in Argentine society.