La brucelosis humana es una zoonosis endémica frecuente en el mundo
causada por diferentes especies. Brucella canis (B. canis) afecta a los
cánidos y la transmisión al hombre ocurre ocasionalmente por contacto
con perros infectados o sus secreciones. Debido a sus manifestaciones
clínicas inespecíficas y la ausencia de reacción cruzada con antígenos de
otras especies de Brucella utilizadas en los métodos diagnósticos
habituales podría estar subdiagnosticada.
Los veterinarios, así como personal de criaderos, convivientes con perros
enfermos y personal de laboratorio podrían considerarse grupos de alto
riesgo.
Debido a que hay comunicaciones de casos de infección humana cada
vez más frecuentes se decidió realizar este estudio en un grupo
considerado de riesgo.
En el presente trabajo se describe la seroprevalencia de anticuerpos anti
Brucella canis y otras especies, en 60 veterinarios que trabajan con
perros en el partido de La Plata, Argentina.
Como resultado se obtuvo que 1/60 veterinarios (1,6%) presentó pruebas
serológicas positivas para B. canis mientras que ningún veterinario
presentó pruebas serológicas positivas para otras especies de Brucella
spp.. No se registraron casos de infección sintomática.
Debido al escaso desarrollo de investigaciones de estas características
sería prematuro establecer una conclusión que permita determinar la
verdadera incidencia de la enfermedad. Sin embargo, se debe mantener
el alerta, obliga a pensar en la enfermedad y a trabajar en forma conjunta
con veterinarios frente a esta zoonosis urbana emergente y escasamente
conocida tanto en el ámbito médico como veterinario
Human brucellosis remains the most common zoonotic disease worldwide
and may be caused by different species. The transmission of Brucella
canis (B. canis) to man commonly occurs through contact with infected
dogs o their secretions. The disease is underdiagnosed due to a general
lack of serological testing facilities and their variety of clinical
presentations.
Veterinarians, breeding staff, live with dog infected and laboratory
personnel are considered high risk groups.
Because there are reports of cases of human infection becoming more
frequent, it was decided to carry out this study in a group considered at
risk.
In the present work we describe the seroprevalence of antibodies against
Brucella canis and other species in 60 veterinarians who work with dogs in
the municipality of La Plata, Argentina.
As a result, it was found that 1/60 veterinarians (1,6%) presented positive
serological tests for B. canis while no veterinarian presented positive
serological tests for other species of Brucella spp. There were no cases of
symptomatic infection.
Due to the lack of knowledge about this topic, it would be premature to
establish a conclusion that would allow to determine the true incidence of
this disease. However, it is important to keep alert, think about the disease
and work together with veterinarians against this emerging urban zoonosis
that is little known both in the medical and veterinary field