Abstract:
En Argentina, el maíz es el cultivo más utilizado para confección de ensilaje por su elevado potencial de producción de forraje y de adecuada calidad, en un lapso de tiempo relativamente breve. En la campaña 2016/17 se planteó el objetivo de medir los efectos que tienen el riego complementario y distintos niveles de fertilización sobre la respuesta productiva y la calidad nutricional de maíz para ensilaje. Para ello se sembró un híbrido de aptitud silera, donde el ensayo se dividió en 2 parcelas principales, una para el tratamiento con riego y otra para el tratamiento en secano, y a su vez, a cada una de estas se las dividió en cuatro bloques dentro de los cuales, se aplicaron tres niveles de fertilización: un testigo T0: sin aplicación de nitrógeno (N0), T1: 50 kg/ha de nitrógeno y T2: 330 kg/ha de nitrógeno + 60 kg/ha de azufre. Se analizaron variables: 1- Producción: contenido de materia seca, producción de materia verde y seca (PMV y PMS), contenido de espiga, tallo y hoja; y rendimiento en grano. 2- Eficiencia: del uso del agua (EUA) y la radiación (EUR). 3- Calidad del forraje de maíz picado: fibra detergente neutro (FDN), digestibilidad aparente in vitro de la MS, digestibilidad de la FDN, almidón y producción de MS digestible (PMSD). Se realizó un experimento factorial con arreglo en parcelas divididas, que tuvo como parcela principal el Nivel Hídrico (riego y secano), y como parcela secundaria los tratamientos de Fertilización (T0, T1 y T2). No se encontró interacción entre el Nivel Hídrico*Fertilización en ninguna de las variables analizadas. La PMS con el uso del riego fue un 18% superior al secano. Además, tuvo un mayor peso del tallo y una tendencia a mayor peso de las hojas, en cambio, la producción en granos no fue afectada. En términos de calidad, el riego produjo aumentos en el porcentaje de FDN. A pesar de ello, se incrementó la PMSD en un 20% respecto del tratamiento en secano. El riego no afectó la EUA, pero sí tuvo una mayor EUR a diferencia del tratamiento en secano. El T2 aumentó la PMS en un 66% por encima de los T0 y T1, los cuales no se diferenciaron entre sí. Además, incrementó la participación de la espiga y el rendimiento en grano un 106% mayor. En la calidad forrajera el T2 no modificó la FDN, DFDN y la DIVMS, pero sí produjo un 63% y 19% más de PMSD y almidón, respectivamente, por encima de los tratamientos T0 y T1. La EUA y la EUR, también fue significativamente mayor en un 66% y 72% en T2 en comparación con T0 y T1. Se concluye que el uso y manejo de la fertilización nitro-azufrada y del riego complementario en la zona de Pergamino, aumento la producción de forraje y la calidad del ensilaje de maíz, a la vez que se optimizó el uso de los recursos, agua y radiación