Los postulados de la filosofía occidental presentan a la razón
y la emoción como dos fuerzas antagónicas. En Occidente, la
razón ha tenido que imponerse por sobre la emoción para que
las personas tomaran sus decisiones objetivamente. El planteo
de Habermas sobre la dimensión racional de la esfera pública
reafirma esta tendencia, al considerar que el dominio de lo público debe buscar un orden basado en principios racionales. Si
bien en las investigaciones en ciencias sociales el racionalismo
continúa predominando, se evidencia un giro en los abordajes,
que incorporan el ámbito emocional para comprender fenómenos contemporáneos. Particularmente en la comunicación
política, la aproximación a las emociones como objeto de
estudio es aún incipiente. Sin embargo, nuevas perspectivas
disciplinares permiten innovar en las líneas de investigación
en este campo. El objetivo de este artículo es realizar una
revisión bibliográfica de los principales postulados de la teoría
de la inteligencia afectiva que, de la mano de la neurociencia,
aportan otras miradas a los procesos de comunicación política.
The Western philosophy postulates present reason and
emotion as antagonistic forces that motivate individuals
in their everyday decision making. In the Western culture,
reason has had to dominate emotion so as to reach objective decisions. Habermas hypothesis about the rational
dimension of the public sphere reaffirms this tendency
that states the public domain should find an order based
on rational principles. Although rationalism is still predominant among Social Science researchers, a change
in the approaches is evident: emotions have begun to be
included in studies when the comprehension of contemporary phenomenon is necessary. Particularly, in the political
communication field, emotion as a topic of exploration is
new. However, new disciplinary perspectives allow innovating in research inquiries. The aim of this article is to
examine literature about the main postulates of the Affective Intelligence Theory which, with Neuroscience, offer
other perspectives to the political communication field.